Por qué no escribe usted sobre...

09/04/09
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-¿Por qué no escribe usted una historia sobre ciegos? –me preguntó el hombre del bastón blanco y los lentes negros, dirigiéndose, muy cortésmente, al árbol que estaba a mi lado.


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-¿Por qué no escribe usted un cuento para niños? ¡Es que me gustan tanto! –me solicitó el pedófilo del barrio, secándose el labio inferior con el dorso de una de sus temblorosas manos y entrecerrando sus ojitos palpitantes.


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-¿Por qué no escribe usted una historia con contenido? –me preguntó el crítico literario haciendo a un lado su cigarro encendido y dejando escapar un delicado hilo de humo de su boca de labios grises.

-Probablemente se deba al hecho de que soy un ser vacío – le respondí, alejándome cabizbajo; y un eco cavernoso resonó en mi interior: “vacío… vacío… vacío…”.


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- ¡Escriba usted algo sobre magos y hechiceros! –me ordenó el hombre de larga barba blanca. Realmente me gustó la idea, pero no pude decírselo porque desapareció inmediatamente después en una explosión de humo amarillento.


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-¿Por qué no escribe usted una novela denunciando la matanza de bebé focas? –me preguntó la foca bebé; inmaculado su pelaje blanco; grandes y vivaces sus ojitos negros.

-¡Me encanta la idea! –exclamé entusiasmado.

De debajo del sobretodo saqué el mazo de madera y le hundí el cráneo en un certero y ágil movimiento; y otro (el cuerpecillo cruje y tiembla en espasmos mientras su blanco pelaje se tiñe de rojos), y otro más, por piedad, para poner fin a su sufrimiento (el sonido seco y áspero del mazo que rompe, ya es solo sangre su pelaje tierno, y abierto como una uva uno de los ojitos negros).

Finiquitado el asunto salí corriendo a escribir mi nueva novela; realmente necesitaba saber de primera mano de qué iba la cosa.


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-¿Por qué no escribe usted algo alegre? –me preguntó, entre lágrimas, el payaso de circo; el maquillaje corrido, la sonrisa roja y grotesca desfigurada por un caudal que caía desde los ojos, de lágrimas y rimel negro.