El invierno entró en él
Como un cuchillo de cocina
Abriendo carne y huesos
Con pasmosa facilidad.
Seguirá en fría marcha su camino
Nuestro héroe pasajero
Dejando gotitas de sangre
En la nieve endurecida.
Susurra el coro de ángeles:
Seguirá
Nuestro héroe
Con su cuchillo
Hundido.
(Quién sabe, tal vez un día llegue a donde sea que sea que va.)
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